No os asustéis al leer este titular, simplemente consiste en que el alumno que lo desee puede solicitar una chuleta elaborada por el profesor a cambio de restarle puntuación a la nota final de la prueba.
Esta idea surgió después de que un profesor de academia me explicara una estrategia similar que utilizaba con los alumnos, como siempre ocurre en estos casos cada uno adapta y da forma a la idea original hasta conseguir lo que busca.
El procedimiento es muy sencillo y sólo lo utilizo para algunos temas pues en otros no es necesario. Después de decidir las preguntas del examen elaboro una chuleta con una serie de fórmulas y dependiendo de la influencia que tengan en la puntuación le pongo un “precio”. Por ejemplo: si dichas fórmulas se necesitan para 2,5 puntos del examen su “precio” podría ser de 0,8 puntos aproximadamente.
Una cosa que os preguntaréis es: ¿Van todas las fórmulas en la chuleta?, a esto tengo que contestar que no, dado que hay algunas que son imprescindibles y que hay que saber, pero el alumno el día antes de la prueba conoce exactamente cuáles son las que estarán.
¿Hay que solicitar la chuleta al comienzo del examen? No, el alumno puede solicitarlas en el momento que lo desee.
Mi objetivo con esto es que no dejen sin hacer un ejercicio por no saberse la fórmula, ya que desde mi punto de vista éstas están en cualquier libro y lo importante es saber utilizarla, pues el hecho de tenerla delante no significa que sepas hacer el ejercicio. Aquí viene otra parte importante de esto y es la duda que genera en los alumnos “comprarla” o “no comprarla” pues es posible que incluso con ella no sean capaces de resolver el ejercicio y entonces más que ayudarles les perjudica. Con ello también busco que valoren y tomen decisiones en un momento de tensión como es una prueba escrita.
He de decir que procuro crear un buen ambiente en el aula y este ambiente favorece el que me “regateen el precio” el día que les digo el valor que tendrá, incluso algunos dicen que estamos en crisis y que les haga un descuento, alguna vez he cedido alguna décima pero normalmente no y la explicación que les doy es que ellos deben saber esas fórmulas y lo que intento es ayudarlos un poco y que no es obligatorio coger la chuleta.
Mi experiencia con la chuleta es muy positiva, pues muchos alumnos quieren demostrarme que no la necesitan y se lo estudian. Desde que utilizo este sistema he detectado que prefieren que no les reste puntuación y estudiar un poco más.
Un ejemplo sería hacer una chuleta para trigonometría que contuviera la fórmula fundamental de la trigonometría, el Teorema del seno y el Teorema del coseno. A esta chuleta podría valorarla con la resta de 0,8 puntos para un examen de trigonometría de 4º Matemáticas B.
José Luis R. P.
Sobre todo porque el alumno lo que debe hacer es emplear los datos( y en este caso considero una formula como un dato que se puede conseguir f谩cilmente) para resolver problemas. Y esto cada vez es mas importante en tanto que la informaci贸n, por ejemplo una f贸rmula, est谩 al alcance de la mano (o de los dedos en un teclado), y mas en estos tiempos de acceso mayoritario a datos desde cualquier dispositivo electr贸nico como el m贸vil.
A veces los profesores no nos estamos dando cuenta del cambio necesario en el paradigma educativo, para adaptarnos a los cambios tan radicales que se est谩n dando ( si bien no en el comportamiento humano) en relaci贸n a la transmisi贸n de la informaci贸n.