Reconozco que no me gusta que los niños estén todo el día pegados a una televisión, sobretodo si están solos viéndola, y si es con algún adulto, disfrutando los dos y compartiendo sus ratos de ocio, pues todavía lo tolero, siempre y cuando no sea demasiado tiempo de televisión.
El caso es que tengo unos amigos americanos que tienen un niño pequeño. Su hijo está aprendiendo a hablar y, por supuesto, quieren que aprenda tanto el inglés como el español, pero muchas veces entienden que aprenderá más español porque, al fin y al cabo, toda su vida estará oyendo el español y sólo en su casa oiría el inglés.
Sin embargo, ellos, como muchas otras personas, tienen dvd’s, videos, cassettes,… que son en inglés y podrán ayudarles y a eso debemos sumarles que en internet podemos encontrar televisión gratuita, como por ejemplo BabyTV, donde los niños podrán ver series infantiles (de varias clases) que harán que aprender el inglés no sea tan complicado, al menos la pronunciación que es, para los españoles, lo que más nos cuesta por miedo a hacer el ridículo (y me hago eco del estudio que realizaron hace unas cuantas semanas).
Lo que sí hay que tener en cuenta hoy en día es que un niño debe saber, como mínimo, un segundo idioma aparte del idioma materno porque tal y como marcha el mundo pronto deberemos saber varias lenguas para poder comunicarnos y, sobretodo, para poder encontrar trabajo (un trabajo normal).
No olvidemos que aprender un idioma desde pequeños conlleva una gran ventaja y es que la pronunciación no cuesta tanto y que el miedo a hablar en ese idioma, aún no siendo éste el cotidiano, se pierde totalmente y se tiene más receptividad a la hora de estudiarlo que si nunca hubiéramos oído a nadie hablarlo.
Pero no todo son ventajas y los padres de niños bilingües conocen bien el problema que puede existir y es que los niños, hasta que no logren diferenciar un idioma de otro, pueden hablarte mitad en español y mitad en inglés o en el idioma que estén aprendiendo.